Incentivar la donación de la sangre entre los estudiantes

Attilio Folliero, Caracas, 11/12/2012

Entre las propuestas presentadas por Attilio Folliero en relación al programa de Gobierno 2013-2019, se encuentra una para el incentivo de la donación de sangre y destinada a los estudiantes universitarios. Vease las otras propuestas. 

La falta de donantes de sangre a menudo obliga los familiares del desafortunado enfermo y a los médicos a una estresante búsqueda de donantes; en muchos casos, para buscar donantes se necesita recurrir a anuncios en programa de televisión o radial; y en casos de extrema necesidad y falta de donantes hasta se llega a pagar por una donación. La compra-venta de órganos humanos, incluyendo la sangre, no debería existir.

La OMS establece que para cubrir las necesidades de sangre en un país, deben ser donantes entre el 1% y el 3% de la población; en el caso de Venezuela, redondeando, debería haber entre 300.000 y un millón de donantes por año.

En todos los países del mundo, estos índices están muy por debajo y en el caso de Venezuela todavía más (como ejemplo véase artículo: Bancos de sangre se las ingenian para buscar donantes).

Pese a las campañas publicitarias e incentivas, cada año los organismos del sector salud, entre ellos la cruz roja, anuncian que el número de donantes en el país sigue siendo inferior a las necesidades.

El problema podría resolverse incentivando a la donación entre los estudiantes mayores a 18 años, de escuelas  y universidades, de cualquier orden y grado.

¿Cómo incentivar los estudiantes a la donación de la sangre?

Un estudiante podría ser incentivado a donar su sangre y ello le equivaldría a un crédito escolar o universitario, por ejemplo del valor de dos puntos para utilizarse semestralmente en una asignatura; este crédito le permitiría aumentar su nota o salvar una materia. Es decir un estudiante dona la sangre y se le entrega un recibo el que a su vez entrega (en original) al profesor de la asignatura (o a las autoridades administrativa de la casa de estudio o de escuela) para sumar dos punto (por ejemplo) al valor de la nota. Si un estudiante, que por ejemplo haya tomado 9 o 8 en una asignatura, con este crédito derivaste de la donación de la sangre, equivalente a dos puntos, podría salvar esta asignatura; así este crédito de dos puntos podría utilizarse para subir la nota en una asignatura. Un estudiante que obtenga 18 o 19, podría llegar a 20; uno que obtenga 12 podría llegar a 14. 

Por supuesto, se podría establecer la exclusión de utilizo de este crédito para salvar materias fundamentales de una carrera, dejando solamente la posibilidad de aumentar la nota de una materia fundamental aprobada.

Un estudiante podría utilizar este crédito cada 6 meses; en el caso de los estudios semestrales podría utilizarse este crédito al máximo 10 veces durante una carrera. En alternativa se podría establecer otro criterio, por ejemplo una vez por años y así un estudiante tendría al máximo 5 posibilidades; se podría decidir de excluir este criterio por algunas materias fundamentales de cada carrera. 

Lo importante es incentivar a los estudiantes, que son jóvenes, fuertes y pueden donar sangre sin problemas; además se le da la formación para ser donantes de por vida.

Considerando que los estudiantes universitarios, junto a los estudiantes de escuela mayor de edad, son alrededor de 3 millones, si el 10%/20% de ellos utilizara este “crédito” una vez por semestre, estaríamos resolviendo el problema: serían entre medio millón y un millón los donantes anuales, resolviendo definitivamente el problema.

Por supuesto autoridades escolares, universitarias y profesores estarían involucrado en una campaña de incentivación permanente.
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