José Vicente Rangel Vale –JVR-, en su acostumbrado
programa dominical: “José Vicente hoy”
(Televen,
13-Marzo-2016), comenzó con su acostumbrada introducción llamándonos
la atención sobre la real realidad actual por la cual está atravesando, en
inevitable escenario, la Patria, Venezuela,
que a nos, nos pareció, que podría estar induciéndonos, esa realidad, hacía un serio
caminar hacia una inevitable y muy seria confrontación con serios visos de
convertirse en un auténtico “bloodshed” (“escenarios
sangrientos”) de la sociedad venezolana sin importar
la presencia de “tirios y troyanos”.
Nos preocupó esa muy importante introducción porque sí
hay un político en funciones actuales y de siempre en el ejercicio del
periodismo, ese es JVR, y, es por
ello que cada palabra, cada frase, cada gesto y nuestras interpretaciones en
subjetividad nos llevan a la justa y aún muy serio pensar al estar tratando de
alcanzar grados de objetividad, de comprender lo expresado y propuesto para la
reflexión en función de que se pudiera leer entre-líneas
lo expresado más por el político que el decir del periodista.
Nos para no ir más allá, en considerando nuestras propias
reflexiones, suscribimos en todo su contenido, significado, inducción y
extensión de la “idea central” de dicha
introducción en toda su gravedad real y objetividad expuesta aún y cuando nos
pudieran calificar de “profetas del
desastre” pero, en respondiendo a cualquier calificación y cualquier
epíteto del cual se nos acusen, transcribimos, solo como orientación, una frase,
en la prensa: “La Razón” (13 Marzo 2016, p´G. A2)
de Henry Ramos Allup: “…tememos que den un golpe y retrocedamos
más de lo que hemos retrocedido, desde que estos malandros llegaron al poder
hace 17 años…”.
Es decir, el naïve
que considere que la calificada como “oposición”
podría respetar cualquier intención constitucional sobre la permanencia de la Presidencia
de la República Bolivariana de Venezuela en el ejercicio de Nicolás Maduro
Moros, no solo debe ponerle atención a cada frase que emita el Presidente de la
Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, Presidente y responsable constitucional de
uno de los Poderes del Estado venezolano, sino ver y escuchar y volver a ver y volver a escuchar lo
expresado en el programa arriba en referencia para poder conocer las ideas vertidas por el entrevistado, Tarek William Saab, cuando desarrollara
el pensamiento de que aquellos que podrían estar montados en una “salida
en violencia” ya tienen arreglada sus salidas del país antes de los
futuros y trágicos momentos que serán históricos.
Pero lo que no expuso, en este programa, JVR, es aquel escenario íntimamente
relacionado con la realidad referida a la geopolítica
global en su referencia precisa a los reales
intereses de los EEUU de América en la praxis de interesante y polémica “Política de Estado” cuando nos
referimos a lo conceptual de su “nueva política Obama” y sus correspondientes
incidencias directas y dirigidas con respecto, específicamente, a Venezuela.
Lo mencionamos porque no se podría comprender la
propuesta de la MUD de “la salida” en su marco constitucional
como tampoco la propuesta real de “golpe
de estado” bien definido como de “golpe
de estado continuado” cual nos llevaría a “la guerra civil” y sus incontestables consecuencias sico-sociales,
sí
no tenemos en consideración la realidad objetiva y significativa de la
relación de Venezuela y su escenario definido por la Ciencia de la Geografía Física con las actuales realidades tanto de
aquellas íntimamente relacionadas con la realidad significativa que representan
los EEUU de América como Imperio, como con aquella que está en
correspondencia con la “fase superior
del imperialismo” tanto en cuanto al referido a los EEUU de América como adalid fundamental como “sus pares” que nos referimos a la
Comunidad Europea, al Japón y a Colombia, entre otros países y sus
correspondientes gobiernos; es decir, aquellos gobiernos que la propia
ideología estadounidense los ha calificado como de “socios y aliados”.
Por cierto, además de ser un interesante concepto
ideológico-militar, es una realidad en “pleno desarrollo”.
Tanto “la salida”
en su marco jurídico-constitucional
como el “golpe de estado continuado”
y su inevitable conclusión en su desarrollo en el escenario de la “guerra civil” están en perfecta
sintonía con la reingeniería actual del
sistema capitalista global y globalizado y/o mundializado; mientras ello no
se comprenda, se acepte y se tomen las previsiones correspondiente, el proceso
de la Revolución Bolivariana está en
“la picota” en su proceso de ser
derrotada y es en ello donde estaría contenida la idea central expresada y
propuesta por JVR en su programa en
referencia más arriba sobre el proceso
de conspiración continuada que está siendo procesada por la MUD y las derechas apátridas en su conjunción en alianza con los intereses
tanto de Washington como de El Vaticano, bien sí ustedes así lo aspiran, nos
estamos refiriendo a las derechas conservadoras y cristiano-católicas europeas;
un ejemplo de ello ha sido la presencia de Lech
Walesa en Caracas en reciente fecha, representante polaco y muy cercano al
difunto Papa Juan Pablo II.
Ahora bien, nos preguntamos qué significa la
geopolítica estadounidense en su enfoque y praxis sobre Venezuela y cómo
la aplicarían en este proceso de “golpe
continuado”. En nuestro criterio, en considerando las actuales actuaciones
de la MUD, en los diferentes
escenarios nacionales, a Washington le interesa, fundamentalmente, el
petróleo, verdad bien conocida por “tirios y troyanos”.
Pero ello no es lo único. En primer lugar, estamos en perfecta sintonía con la decisión de Thomas Shannon referida al interés
estadounidense para que no se desarrolle un escenario de “guerra civil de mediana intensidad”,
al menos, no antes del 2020 cuando
los escenarios internacionales se habrán “aclarado” en tanto y cuanto las
actuales realidades por las cuales está transitando el capitalismo global ante
las realidades de desarrollo y cambios profundos que se están expresando tanto
en Rusia como en China. En segundo lugar,
los EEUU de América están en perfecto conocimiento en y de las actuales
realidades que se vienen desarrollando en los escenarios cubanos en cuanto a
las negociaciones de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos con las
anuencias y bendiciones de Álvaro Uribe Vélez y las FARC-EP. En tercer lugar, Washington necesita un
cierto equilibrio en sus relaciones reales con la República de Cuba por razones
que podrían expresarse desde mediar con un gobierno de maduro de equilibrio
geoestratégico así tenga que devolver la base militar de Guantánamo cuando se considera, en el
Pentágono, el histórico ejemplo de una “Cuba
revolucionaria”. En cuarto lugar,
la “paz en Colombia” es un
imperativo para los planes geoestratégicos del Pentágono cuando, al ser
alcanzada, entonces, Colombia recuperaría su papel “del-ser-Israel-latinoamericano” y miembro efectivo de la OTAN para América Latina con la
finalidad de transformarse, definitivamente, en un portaviones insumergible, imposible
de hundir, desde donde se pueda controlar todo el norte del Ecuador (conocimos
la praxis de esa política cuando durante el gobierno de Uribe Vélez se
bombardeará esa zona norteña ecuatoriana),
el sur-oeste de Brasil ( la amazonía brasileña y sus
riquezas naturales) y todo el “arco andino-llanero-maracucho” venezolano.
Ello le permitiría al Pentágono, en considerando el
proceso en actual desarrollo que se viene ejecutando en Vietnam en el marco de
la “nueva política Obama” con
respecto a las negociaciones sobre la utilización militar de la base de “aguas profundas” de Cam Ranh, ejecutar una política similar con respecto a la “base militar de Guantánamo” para el control de todo el Mar Caribe por
aquello de “América para los americanos”.
Es en ese marco referente que nos consideramos la posibilidad de la obligante
devolución de toda el área de la base de Guantánamo al Gobierno y pueblo de
Cuba.
Es decir, en esa línea de desarrollo, Washington, de cara
al año 2020, necesitará poder y tener que alcanzar el “control absoluto” de todo
el continente americano como obligante necesidad geopolítica en su praxis
geoestratégica para, en primera instancia, poder consolidar su permanencia como Imperio en su política
imperialista en estas décadas primarias del siglo XXI mientras, al unísono,
confrontar las futuras debilidades globales cuando tanto Rusia como China se
posicionen con solidez imperial en sus espacios geográficos y de naturales
influencias geopolíticas como, por ejemplo, lo estamos observando tanto en el
Mar del Sur de China como en el Mar del Este de China cuando nos referimos a la
República Popular China y, con respecto a Rusia, los serios e importantes
avances hacia sus espacios orientales siberianos y sus actuales influencias en
las inmediaciones del Golfo Pérsico y ambos en Alaska.
En las actuales realidades, es obvio que Washington ha
logrado avanzar, significativamente, en países latinoamericanos donde sus
gobiernos, por decirlo de forma tajante y objetiva, eran gobiernos social-demócratas de izquierda. Es decir, mientras no
definamos en clara objetividad lo fundamental-ideológico de los gobiernos que
hemos calificado de izquierda en América Latina con sus intereses,
prácticamente, nacionalistas, fundamentalmente, no podremos alcanzar no solo un
análisis objetivo sino un diseño de políticas claras, nacionalistas y,
evidentemente, de izquierdas en el marco de poder alcanzar un equilibrio en las
relaciones con Washington.
En el caso de Venezuela, lo primero que debemos y
tendríamos que aceptar es que nuestro
gobierno es un gobierno que impulsa la transformación de una economía
rentista hacia una economía productiva y nacionalista lo cual no entra en
contradicción con los paradigmas del sistema capitalista que, objetivamente,
impera en nuestra Patria, Venezuela. Es decir, el desarrollo y evolución de ello
se circunscribe en el marco del desarrollo objetivo de la “estructura económica” conjuntamente con las correspondientes leyes
cuales se corresponden con la aspiración de consolidar una “super-estructura social-socialista” aún y considerando
objetivamente que aún no hemos llegado más allá.
Frente a ese avance propuesto y descrito se encuentran,
“en la otra orilla”, aquellos gobiernos de derechas como son los de Colombia,
Perú, Chile, Paraguay, Uruguay y actualmente Argentina; mientras tanto,
Washington en el marco del desarrollo de la “nueva política Obama”, en tanto y cuando lo aceptásemos, podemos
comprender el agresivo, promocionado, impulsado e inducido avance
político-económico de derechas que se viene, en fechas recientes, desarrollando
en Brasil confrontando con exposiciones en medios de prensa e impulsos
decisorios de políticos desde el Congreso y “los tribunales” en críticas y
promociones de “golpes suaves de colores” contra la Presidenta Dilma Rousseff
y el candidato a la Presidencia de Brasil, de Luiz Inacio “Lula” da Silva; es
decir, no podemos ni debemos ser tan “pendejos” como para no darnos cuenta del
actual proceso “contra-revolucionario” porque “…nos llevará la corriente al infinito y más allá…”.
En este marco de ideas, nos consideramos que los
componentes sociales y políticos de la Revolución Bolivariana tendrían que,
objetiva y seriamente, asumir y asumirse frente a las realidades expuestas y a
los contenidos de la introducción de JVR
en su programa en referencia tanto y en cuanto a los sectores civiles como en el
componente militar con la finalidad no solo de exponer realidades inobjetables
como para ir consolidando la “unión cívico-militar”. En este
sentido, es obligante la profundización del “ideario de Simón Bolívar”, del
“pensamiento de Chávez Frías” y la Historia y la Geografía de la Patria,
Venezuela.
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